Columna de Opinión

¿Debo subrayar la palabra OPINION?

domingo, julio 16, 2006

No volvamos a perder la Patagonia

Si hay algo que me ha llamado la atención en mi vida es que estando en Estados Unidos, dejando de lado lo político, los gringos me preguntaban más frecuentemente por 2 cosas que para ellos eran sinónimos de Chile: Llamas y alpacas (Lamas para ellos) y la Patagonia.

La verdad es que me daba entre risa y pena. Risa porque nunca se me había ocurrido que los gringos podían relacionar Chile con las dos primeras, dado que me siento muy chilena pero llamas y alpacas me identifican bastante poco y escasamente he visto un par en mi vida. Pena porque no había ido nunca a la Patagonia chilena y no tenía nada que decir al respecto más que “pretty” o “nice”.

Es así como, en cuanto tuve la oportunidad, partí a la región de Aysén. Llegando allá quedé impresionada y me puse a pensar. Me dio un poco de risa acordarme que los chilenos nos jactamos de no haber perdido nunca una guerra. Es cierto y bien por el Ejército, pero no nos olvidemos que ya perdimos gran parte de la Patagonia y Campos de Hielo Sur. La situación empeoró durante el resto de mi visita porque mientras más paisajes impresionantes veía más recordaba de la existencia del proyecto que pretende inundar parte de lo que nos queda.

Para nadie es novedad que necesitamos energía eléctrica y que Endesa España planea la construcción de cuatro plantas hidroeléctricas en Aysén, inundando aproximadamente 10.000 ha, para producir 2340 Mega Watts de electricidad en la próxima década, con una inversión de US 2400 millones.

No se puede negar que Endesa es una empresa privada con fines de lucro, que persigue maximizar sus utilidades produciendo energía al menor costo posible y con ello generar el máximo beneficio para sus accionistas, pero no podemos olvidarnos que un proyecto de esta envergadura afecta los intereses de la Región de Aysén, por ende de todo el país, pudiendo causar un desastre natural irreversible.

No creo que sea ilegítimo querer maximizar utilidades, pero no cualquier medio es legítimo para conseguir este fin. Sin embargo, si producir 2340 Mega Watts de electricidad durante los próximos 10 años significa que habrá ganancias sólo para Endesa, que utilizando los recursos naturales de todos los chilenos, va a producir un daño irreversible en la patagonia, exijo que me indemnicen o que me expropien mi parte.

Además exijo que se informe al resto de los chilenos lo que se pretende hacer. La mayoría no está consiente y por lo mismo no le importa. Estoy segura que si supieran les importaría y exigirían las autoridades actuar en forma responsable.

No es responsable que Endesa plantee un posible descuento en la cuenta de la luz, para convencer a los habitantes de la región de la conveniencia de la central. O es algo cierto o no es argumento. No se puede decir que implicará aumento en el empleo, cuando es evidente que se necesita mano de obra calificada, que no está precisamente en la región.

Una pregunta clave es quién se hace cargo de los pantanos inutilizables que quedan después de los 50 años de vida útil de una represa. Puede ser que la hidroelectricidad sea la producción mas barata de energía y no es raro que lo sea si no se hace cargo de las externalidades negativas que produce.

Me parece que alguien se está saltando el concepto de responsabilidad social de la empresa y es tanto el gobierno como la opinión pública quienes debemos alzar la voz respecto de este tema. La genialidad de los empresarios no está sólo en maximizar ganancias si no en hacerlo de forma responsable. La genialidad del autoridades estará dada por generar las políticas públicas adecuadas para incentivar que esto suceda.

Una pista: En Chile existen potenciales de energía como lo son las centrales de pasada, las caídas de agua entre las cotas, la mareomotriz y geotérmica, complementadas con la eólica y solar. Estas superan los 10.000 MW que se pretenden producir inundando Aysén. Incluso sólo por medio de una política de ahorro de energía eléctrica seria, que haga al consumidor tomar conciencia al respecto, es posible “generar” esa cantidad de energía.

En consecuencia, me niego a creer que para producir electricidad barata sea necesario destruir las reservas de vida natural del país. Tal como están planteadas las megacentrales no son un proyecto país sino un proyecto de Endesa (España por cierto). Y no quiero regalarle a España lo que nos queda de patagonia. Ya le regalamos a Argentina una buena parte pensando que era un desierto. Desierto del cual curiosamente salió gas, petróleo y salida al Atlántico.