Columna de Opinión

¿Debo subrayar la palabra OPINION?

lunes, enero 29, 2007

Cuando las Cosas se Hacen Más o Menos

La falta de prolijidad en la forma de hacer las cosas es de los temas que más llama la atención de este gobierno. Y estamos hablando del máximo organismo del país, cuyas decisiones, día a día, influyen en la vida de todos los ciudadanos, querámoslo o no.

El próximo comienzo del Transantiago, sin que usuarios ni choferes tengan claro los recorridos, es preocupante. El haber nombrado a la máxima autoridad de una subsecretaría sin siquiera haber corroborado su currículo, también lo es.

¿Qué tiene que ver el Transantiago con la Licenciada que no era tal? Que ambos son ejemplos de lo que no pasa cuando un gobierno es serio y no hace las cosas a medias. Un gobierno debe hacer las cosas bien siempre. Porque es mucho lo que se está jugando en cada uno de sus proyectos y designaciones. En cada uno de sus actos se están tomando las decisiones que afectan a las personas, y con las personas, no se juega.

Un gobierno serio no puede estar dedicado a tapar hoyos y apagar incendios. Un gobierno comprometido con la gente planifica y cumple los plazos y, si por circunstancias que se escapan de sus manos no logra cumplir, enfrenta el problema y no crea falsas expectativas a las personas. Por lo mismo, porque con las expectativas de las gente tampoco se juega.

Y hacer las cosas bien se traduce no sólo en planificar bien y cumplir, también se traduce en poner a los más idóneas en los cargos, porque son las autoridades las que conducen las distintas reparticiones del gobierno. Sin embargo, por culpa del cuoteo, tanto político como de paridad, designar a los más capacitados para las distintas funciones, es muy difícil de lograr. Por ejemplo, para elegir a un intendente hay que buscar al más capacitado para ello, tanto en los aspectos técnicos como de integridad moral, el que vaya a tomar las mejores decisiones, quien vaya a anteponer siempre el bien común a los intereses partidistas o personales. Lo anterior no es fácil, Pero, como hemos visto hasta ahora, para la Presidenta es mucho pero, porque debe ser “el mejor” dentro del partido que corresponde, según la cuota y del sexo que corresponde, según la paridad. ¿No es eso auto limitarse en la designación, cayendo nuevamente en hacer las cosas “más o menos bien”?

En este sentido, es necesario que el gobierno rectifique y comience a hacer las cosas bien. Porque los chilenos nos damos cuenta que el gobierno está desordenado y no estamos dispuestos a aceptar que así sea. Porque hemos aprendido a organizarnos y a exigirle a nuestras autoridades. Porque estamos consientes que las autoridades están en sus cargos porque fueron elegidas para representarnos, y que por lo mismo podemos exigirles. Y porque la Presidenta debe entender que es su deber que las cosas se hagan siempre bien.

martes, enero 09, 2007

Mercurio Valpo, Domingo 7 de Enero, 2007