Columna de Opinión

¿Debo subrayar la palabra OPINION?

martes, junio 27, 2006

¿Meta cumplida? 100 Días de Delincuencia

“Hay que dejar las instituciones funcionen”, se escuchaba como respuesta a muchos temas durante el gobierno de Ricardo Lagos. Sin embargo, algo me dice que no sólo hay que dejarlas sino que hay que hacerlas funcionar. Parece que la Concertación no ha logrado que algunas instituciones funcionen y por lo mismo, lo único que escuché el sábado a las 6 de la tarde, fueron disparos.
Definitivamente la familia vecina asaltada tuvo suerte. Hubo una institución que funcionó y rápido: Carabineros de Chile. Con la ayuda de los vecinos actuaron conjuntamente para resolver un tema de seguridad ciudadana que hoy se torna grave.
Hace rato que la oposición viene hablando de “mano dura contra la delincuencia”, “terminar con la puerta giratoria” y “la tercera es la vencida”. Hace rato es muy poco, Específicamente, ¡¡¡hace más de 10 años!!! Joaquín Lavín propuso estas ideas, la concertación no ha querido aprobar el proyecto “la tercera es la vencida” y Michelle Bachelet dijo en su campaña que “la vencida es la primera”.
Sin embargo, la luna de miel se terminó y es poco lo que le creo a la presidenta. Es poco lo que le cree la misma gente que votó por ella. Sólo hace falta ver los resultados de la consulta popular que se hizo en Providencia. Se le pide al alcalde que se haga cargo de la seguridad. No es parte del rol municipal, pero es prioridad de la gente y no puede esperar. No quiere esperar. No se atreve a esperar.
Esperar significa arriesgarse a que entren a tu casa y maten a tu marido. Y que después le den una pena mínima comparada con el crimen. Si es que tienes la suerte que lo condenen y no lo dejen en libertad, huya o le den un beneficio por error.
Esperar es no poder ir a un mall tranquilo. ¿Qué queda para la gente de escasos recursos? ¿Qué pasa cuando carabineros no llega de inmediato? ¿Qué explicación se da para no hacer nada para acabar con la delincuencia?
Las víctimas tuvieron que salir a la calle cuando era el gobierno el que debió haberse acercado a ellas con propuestas concretas que de verdad demostraran que la primera es la vencida.
La única vencida hasta ahora es la gente. Lo bueno es que esta vez la sociedad no está dispuesta a darse por vencida. Está dispuesta a exigir que el gobierno se haga cargo de los derechos humanos de las víctimas así como, sin que nadie le pida, protege los derechos humanos de los delincuentes.
Usando los mismos términos que le gustan a la concertación: parece que no hay voluntad política. Para que las instituciones funcionen debe haber voluntad política y la voluntad política, al igual que Michelle, no debe discriminar.
Espero que por el bien del país, y por su propio bien, el gobierno se deje de discriminar arbitrariamente las buenas ideas presentadas por la oposición, sólo por el hecho de haber sido presentadas por ellos. Espero que de una vez el gobierno asuma que la seguridad ciudadana debe ser prioridad ahora y se preocupe, de verdad, que las instituciones funcionen, con mano dura contra la delincuencia, terminando con la puerta giratoria y asumiendo que la tercera, o la primera, es la vencida.

Carol Bown

martes, junio 13, 2006

No siempre Más es Mejor

La tendencia natural es a pensar que mientras más, mejor. Más dinero, mejor. Más bienes, mejor. Más vacaciones, mejor. Hasta tenemos dichos populares como “más vale que so-sobre…” Sin embargo, si en algo deberíamos lograr consenso hoy es en que no siempre más es mejor.
En materia de educación, los recursos se han ido aumentando año a año y no ha sido mejor. Ha habido aumento de cantidad pero no de calidad. Más niños tienen la posibilidad de asistir a un establecimiento educacional, pero no sabemos si son más, menos o igual número de niños los que aprenden.
Peor aún (aunque también esperanzador) resulta darse cuenta que colegios con muy bajos recursos hacen las cosas bien y tienen resultados muy por sobre la media y otros, cuyos ingresos aumentan año a año, no mejoran su rendimiento. No siempre más es mejor.
Por otra parte, cada vez pagamos más impuestos. Impuestos aprobados como transitorios, como el IVA a 19% y el impuesto a la bencina, se transformaron en permanentes hace rato, sin avisar ni preguntar a nadie.
Ni siquiera ha habido un cambio sustancial que nos enorgullezca y haga estemos contentos, o al menos neutros, ante la política tributaria del gobierno.
Peor aún sabiendo que el IVA afecta principalmente a los más pobres, que al fin y al cabo son los menos beneficiados con las políticas actuales. Sólo quienes consumen el 100% de sus ingresos pagan el 19% del total. Mientras más se gasta proporcionalmente más se paga. No siempre más es mejor.
Asimismo, cada vez que hay un problema se propone una ley para darle solución. Soluciones “parche” que parecen ser una especie de “tranquilizador de masas”. Problemas de discriminación, ley de cuotas; problemas de educación, se consagra el derecho a su calidad en la Constitución. Como si una ley o reforma fuera a solucionar el problema. No siempre más leyes significan mejores resultados.
Se modifica la Constitución para autorizar la creación de dos nuevas regiones: en Los Lagos y Tarapacá. Esto es, más sueldos, más oficinas, más trámites, más burocracia y más gasto estatal. Si al menos supiéramos que las cosas se están haciendo bien o dónde están los jarrones que se perdieron, quizás pensaríamos que cobrar más impuestos es mejor. Se dice que las cuentas claras conservan la amistad por lo que a estas alturas no creo que los gobiernos de la concertación tengan muchos amigos entre los que pagamos impuestos concientes de ello.
El gobierno nombró una comisión de alrededor de 70 miembros que deberán actuar en forma eficiente y efectiva, rápido para solucionar un problema que está causando literalmente desmanes. Por muy pluralista, multidisciplinario y participativo que se quiera ser, no siempre más es mejor.
Hoy me atrevo a decir que nos so-sobran integrantes de la comisión de educación, nos so-sobran impuestos, nos so-sobra burocracia y nos so-sobran años de gobiernos de la concertación.
Parece que sacar más votos no es, en ningún caso, garantía de un gobierno mejor.