Columna de Opinión

¿Debo subrayar la palabra OPINION?

jueves, abril 27, 2006

LEY DE CUOTAS PARA TODOS


Ley de Cuotas para Todos


Hace algunos años las mujeres parlamentarias de la Concertación, con el apoyo de algunos diputados, presentaron un Proyecto de Ley[1] que modifica la Ley de Partidos Políticos, la Ley de Votaciones Populares y Escrutinios y la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades, pretendiendo establecer un mecanismo de acción positiva para contrarrestar las desigualdades sociales. Esta iniciativa propone que al menos el 40% de quienes postulan a dirigir partidos políticos, el Parlamento y los municipios, sean mujeres. El proyecto es, evidentemente, contrario a nuestra Constitución, discriminatorio e inviable.

Es deber del Estado promover la integración armónica de todos los sectores de la Nación y asegurar el derecho de las personas a participar con igualdad de oportunidades en la vida nacional[2]. Asimismo, la Constitución asegura a todas las personas la igualdad ante la ley, señalando expresamente que “en Chile no hay personas ni grupos privilegiados. Hombres y mujeres son iguales ante la ley”[3]

Las cuotas discriminan a los hombres a favor de las mujeres. El proyecto pretende derechamente otorgar un privilegio a un grupo de la sociedad. Pretende privilegiar a un grupo sobre otro. Es evidentemente atentatorio a la igualdad ante la ley y en ningún caso contribuye a asegurar la igualdad de oportunidades en la participación en la vida nacional. Muy por el contrario, atenta contra la buscada igualdad de las mismas mujeres que apoyan el proyecto.

Las cuotas bajan la calidad del desempeño de políticos y profesionales al favorecer porcentajes en vez de capacidad o talento. Un partido no podría llevar más de 60% de candidatos de un solo sexo a las elecciones municipales y parlamentarias, pues su lista sería rechazada. De esta forma los cupos se llenarían sin considerar capacidad, talento o experiencia, sino sexo.

Son contraproducentes para las mismas mujeres puesto que nadie quiere ser ministra, candidata a alcaldesa o al parlamento por ser mujer. Las mujeres quieren ser reconocidas por sus méritos, capacidad y trabajo, no porque una ley fuerza a ello. Eso no es reconocimiento, es obligación. Y, peor aún, es considerar que las mujeres no pueden ganarse un espacio por ser buenas, mejores que muchos hombres, sino que se les debe proteger.

¿Cómo podemos estar seguros, hoy en día, que las mitad de nuestro actual gabinete está conformado por los mejores en cada área y no sólo las mejores mujeres?¿Son esas mujeres las más preparadas para desempeñar el cargo? La auto-impuesta obligación de nuestra Presidenta de tener un gabinete con igual número de mujeres que de hombres nos lleva a dudar de la real capacidad de ellas. Ojalá hubiera sido algo natural en vez de impuesto. Si así hubiera sido nos podríamos sentir orgullosas de ellas.

Si queremos ser un país desarrollado, moderno y respetuoso de las libertades, tolerante como algunos proclaman, nuestros dirigentes y candidatos deben ser hombres y mujeres, elegidos por sus méritos. No podemos imponer conductas a la sociedad a través de leyes.

Por otra parte, establecer cuotas con el objeto de establecer un mecanismo de acción positiva para contrarrestar las desigualdades sociales resulta altamente peligroso e injusto.

Injusto y peligroso porque bajo ese argumento existe en el Congreso y cargos públicos, discriminación respecto de distintas profesiones. Deberíamos fijar cuotas de profesionales en las listas de la siguiente forma: 10% abogados, 10% arquitectos, 10% economista, 10% doctores, 10% agrónomos…etc. ¿O no? ¿Se deben dejar afuera los técnicos? Si los dejamos afuera los discriminamos, si no los dejamos afuera ¿deberíamos también considerar a los no profesionales?

Otras variables que no se podrían dejar de considerar son el nivel educacional, origen, ingresos, etc. Y, cómo no, no podemos olvidar que hoy en día existen los géneros. ¿Los vamos a discriminar y dejar fuera o les aseguraremos su participación dándoles una cuota?

El pasado lunes 10 de abril, las diputadas PPD Adriana Muñoz y María Antonieta Saa, y las socialistas Clemira Pacheco y Denise Pascal Allende, se reunieron con el Vicepresidente de la República, Andrés Zaldívar, y le pidieron que el gobierno asigne suma urgencia a esta iniciativa legal[4]

Lo que se les olvidó fue avisarle que como la gran mayoría de los Presidentes de la República de Chile han sido abogados como él, no sueñe siquiera con ser candidato porque para no discriminar otras profesiones se estudia presentar un proyecto que prohíba a los abogados ser candidatos presidenciales hasta que se equiparen las condiciones.

El proyecto de Ley de Cuotas es contrario a la igualdad ante la ley, no contribuye a asegurar la participación equitativa en la vida política, impide que las mujeres sean reconocidas por sus méritos y las subestima. Es decir, no cumple los objetivos que busca y es inconstitucional.

Carol Bown

[1] Boletín 3206-18. Modifica diversos cuerpos legales con el objeto de promover el derecho de las mujeres a participar en la vida pública nacional (cuotas).
[2] Constitución Política de la República. Artículo 2.
[3] Constitución Política de la República. Artículo 19 número 2.
[4] LaNacion.cl Lunes 10 de abril.